viernes, 10 de mayo de 2013

Crisis del año XX

La Anarquía del año 20, se origina por la ausencia de Constitución y por el descontento económico de las provincias por la desigualdad de derechos en el manejo del comercio de importación y exportación. Todos los intentos por organizar el país, después de la renuncia de Moreno, respodían a una tendencia centralista, con el evidente propósito de beneficiar a la provincia de Buenos Aires. Los antecedentes de esta tendencia fueron: El Dr. Gregorio Funes planteó en diciembre de 1810 la incorporación de los diputados del interior a la Primera Junta, hecho que dio origen a la renuncia de Moreno y en consecuencia a la formación de la llamada Junta Grande, que más tarde por decreto del mes de febrero de 1811, se formaron las Juntas Provinciales, innovaciones resistidas por Moreno, por entender que debilitaban al gobierno de la Revolución y que lo que correspondía era convocar un Congreso General Constituyente. Despues del desastre de Huaqui, el mismo Deán Funes, fue el primero en sostener que debía volverse sobre los pasos de Moreno, si se quería salvar la Revolución, auspiciando la necesidad de crear un gobierno fuerte y centralizado; así surge el PRIMER TRIUNVIRATO, que luego de rechazar el Reglamento Orgánico sancionado por la Junta Conservadora, redacta el primer Estatuto Provincial de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que establecía la división de poderes y la convocatoria a un Congreso.
La Soberana Asamblea del año XIII, designó una comisión oficial para que redactara un proyecto de constitución, haciéndolo por su parte además la Sociedad Patriótica, logrando concretarse dos proyectos constitucionales; el primero se pronuncia por la formación de una República libre e independiente con el nombre de Provincias Unidas del Río de la Plata, estableciendo la división de poderes; por su parte, el proyecto de la Sociedad Patriótica, designa el país por primera vez con el nombre de Provincias Unidas de América del Sud, con un presidente, secundado por cuatro ministros y atribuciones para designar gobernadores.
La Revolución que provocó la caída del Director Alvear, designó una Junta de Observación, que aprobó en el lapso de 15 días un Estatuto, que por su contenido se lo supone inspirado en el citado proyecto de la Sociedad Patriótica, acentuando las atribuciones del Poder Legislativo y delegando la facultad de elegir gobernadores a las provincias, reservándose el director la elección de Tenientes Gobernadores. Además se comprometía, la citada Junta, convocar un Congreso General Constituyente que se reuniría en Tucumás.
Una de las atribuciones del Congreso de Tucumán era sancionar una Constitución, pero hasta tanto no lo hiciera, se resolvió poner en vigencia un Reglamento Provisorio para la dirección y administración del Estado; hecho que se concretó el 3 de diciembre de 1817. Por su contenido revela influencia del Estatuto de 1815 y de tendencia unitaria como los anteriores. La comisión redactora terminó su cometido el 20/4/1819. El Director juró la Constitución el 25/5/1819. La comisión se inspiró en los proyectos de la Asamblea del año XIII, en el Estatuto de 1815, en el Reglamento Previsional de 1817, en la Constitución de los EE.UU. de Norte América, en la de Francia de 1791 y en la de Cádiz de 1812; la misma no establecía la forma de gobierno y los críticos autorizados afirman, que preparaba la instauración de una monarquía.
La Constitución dictada por el Congreso fue rechazada por la Liga Federal, encabezada por el General Artigas. El Director Pueyrredón renunció y en su reemplazo fue designado el general José Rondeau el 11/5/1819. Además del problema constitucional, gravitaba la presencia de los portugueses en la Banda Oriental, que desde el 6 de septiembre, sin que las autoridades nacionales actuaran con la energía necesaria para expusarlos. Siendo Artigas el jefe de la Liga y como así el afectado, culpaba a las autoridades de Buenos Aires de sus consecuencias, en honor a la verdad hist´roica, corresponde que se diga: que este prestigioso caudillo ac´uó hasta su derrota en 1820, como un patriota argentino, y por lo tanto, debemos considerarlo como uno de los caudillos de mayor arraigo dentro de la primera década de la revolución argentina. La invasión portuguesa a la Banda Oriental, fue la consecuencia de una poltica dubitativa de la diplomacia argentina; cuando buscábamos aliados en Londres y Río de Janeiro para asegurar nuestra independencia frente a las amenazas de España, de enviar un pderoso ejército, los portugueses que tenían viejas aspiraciones de poseer puertos sobre el estuario, aprovecharon las circunstancias. tomando posesión de la rica y estratégica provincia argentina.
Si bien es cierto que el Director Pueyrredón tuvo el propósito de intervenir militarmente contra ellos, el Ayuntamiento de Buenos Aires se opuso sosteniendo "que la presencia de los portugueses en dicho lugar, los obligaría a luchar a nuestro lado en caso de concretarse la amenaza de Fernando VII". Los caudillos fueron acusados de apasionados y sin cultura, sin embargo leyendo sus proclamas, llegamos a la conclusión que tal cargo no es exacto y por el contrario, se evidencia un sentimiento de argentinidad no muy común en la clase de dirigentes de Buenos Aires.
Esto motivó la rebelión de las provincias dado por el carácter de aquella constitución; en 1820 se produjo una crisis que enfrentó a los caudillos federales con el director supremo Rondeau. Éste fue derrotado por Francisco Ramírez y Estanislao López en la Batalla de Cepeda (1-2-1820). Salvándose del desastre la infantería comandada por Juan Ramón Balcarce, que se retiró a dirección de San Nicolás donde se embarcó con destino a Buenos Aires sin acepar la rendición. Franciso Ramírez era un argentino nacido en 1786, era un caudillo federal de la provincia de Entre Ríos, se sumaría a los movimiento encanbezados por J. G. Artigas. Luego luchará contra él. Combatió coptra Buenos Aires desde 1816. Dirigió un oficio al Cabildo de Buenos Aires anunciando "que proseguía su campaña victoriosa hasta el Pilar, donde hará un alto para poder ver si es posible una paz honrosa", entre otras cosas decía: "Que era argentino de corazón y que estaba animado de las mejores intenciones; que para tratar pedía dos cosas: la disolución del Congreso y la destitución de Aguirre" También exigía la publicación de las actas secretas del congreso. De este modo quedó demostrado que se había acordado coronar en Buenos Aires, no un príncipe de la casa de Borgoña, como se creía, sino al príncipe De Luca con la colaboración del gobierno francés. La repulsa fue unánime: el sentimiento democrático unánime en las multitudes, se rebeló ante éste descubrimiento: se aniquiló para siempre todo intento monárquico en nuestro país.
Así se hizo, fue disuelto el congreso y se entregó el archivo al Cabildo y se eligió a Sarratea como nuevo gobernador.
El tratado de Pilar lo firmó Ramírez, Estanislao López y Sarratea el 23-2-1820 compuesto de 12 artículos y 1 secreto. Estableció el federalismo como sistema político de la Argentina que pusiera fin al privilegio de Buenos Aires sobre las provincias y así mismo la ayuda que prestaría Buenos Aires para secundar la campaña de Artigas contra los portugueses; pero las disensiones internas de los vencedores favorecieron la reacción unitaria. Estanislao López nació en Santa Fe en 1786, había luchado en las invasiones inglesas (1806-1807). Sus ideas fueron federales y ocupó la gobernación de Santa Fé (1818-1838), desde la que luchó contra los unitarios bonaerenses. Apoyará el régimen de Rosas hasta su muerte en Santa Fe en 1838. Ramírez y él firmaron el pacto de PIlar a favor del sistema federal.
La división de los caudillos dejó en libertad a Buenos Aires, la guerra entre Artigas y Ramírez primero (Artigas había invadido Entre Ríos sin declaración de guerra, haciéndose proclamar jefe supremo, deponiendo a las autoridades locales; y calificándolo de traidor al general Ramírez por la firma del tratado de Pilar, el general Ramírez con 600 hombres finalmente venció al caudillo oriental con 2000 hombres a mediados 1820, dirigiéndose Artigas al Paraguay donde falleció en el año 1850) y entre F. Ramírez y E. López después, permitió a Buenos Aires seguir predominando sobre la República. Ramírez muere cerca de Río Seco, en manos de sus antiguos aliados.
La oportunidad brindaba la posibilidad de dividir a las provincias federales y así comienza las tratativas para traer al general E. López a la esfera de Buenos Aires y liquidar el compromiso del Pilar y el mismo gobierno de Sarratea que duró desde 16-2-1820 hasta 2-5-1820, pues la nueva Junta apoyó al Ayuntamiento desautorizando a Sarratea reemplazándolo por Idelfonso Ramos Mejía, alcalde de primer voto.
El general Soler rodea a la ciudad con sus tropas manifestando acceder al gobierno de la provincia lo cual Ramos Mejía acepta. Sin embargo, el 29-6-1820 Soler y Dorrego fueron derrotados en el Punte de Marquez, renunciando Soler a su cargo. Asumiendo Dorrego el gobierno, que de inmediato sale a combatir a los federales, ausente Dorrego se designa gobernador interino a Balcarce. Para las elecciones del 17 al 30 para elegir gobernador existían dos candidatos: Dorrego y Martín Rodríguez candidato escogido por Rosas, quién declaró: de lo contrario no garantizaba la paz con López". La nueva cámara de representantes nombró a Martín Rodríguez comandante y gobernador supremo. Dorrego al enterarse procuró rehacer su ejército y convocó a todas las milicias. Mientras tanto en capital los federales vencidos conspiraban contra Rodríguez quien dio aviso a Rosas para que lo respaldara en contra de lo partidarios de Dorrego.

(Montero, Rodriguez, Bang, Bernardez y Erize)

FUENTE:
http://www.faggella.com.ar/histoargenta/desunion.htm

El Congreso de Tucumán

El Congreso de Tucumán fue una asamblea que se reunió en la ciudad de Tucumán y declaró la independencia de la Argentina de España el 9 de Julio de 1816.
La intervención de Napoleón en España en 1808 fue el paso decisivo para que el país entrara en guerra civil y liberó a las colonias americanas del control del gobierno central. En 1810 una reunión de prominentes ciudadanos en Buenos Aires coordinó un gobierno autónomo (o junta) para administrar el Virreinato del Río de la Plata (que incluía a Argentina, Uruguay, Paraguay, y el sur de Bolivia) en el nombre de Fernando VII. En 1813 el virreinato fue renombrado como Provincias Unidas del Río de la Plata, pero la Junta continuó sin poder consolidar el control sobre el vasto territorio que se enfrentaba a la anarquía interna y al intento real de reconquistar las colonias.
Los 32 delegados del Congreso de Tucumán se reunieron en 1816 para idear una nueva estructura política para solucionar el desarreglo que vivía el país. Proclamada formalmente la independencia de España, los delegados designaron a Juan Martín de Pueyrredón como Dictador Supremo. El Congreso se trasladó a Buenos Aires en 1817, y dos años después enmarcó las discusiones en una Constitución para un fuerte gobierno central. La separación de Paraguay, Uruguay, y Bolivia de las Provincias Unidas fue acompañada por la separación de la argentina misma, impulsada por los caudillos (magnates locales), quienes finalmente obligaron a desaparecer al Congreso en 1820. Confusión y desunión reinaron hasta el comienzo del gobierno de Juan Manuel de Rosas en 1829.


Congreso de Tucumán
(Montero, Rodriguez, Bang, Bernardez y Erize)

FUENTE:
http://www.historiadelpais.com.ar/congreso_tucuman.htm
http://www.casaindependencia.com.ar/congreso_tucuman.html

Primera Junta de gobierno

El 25 de Mayo de 1810 se instaló la Primera Junta compuesta por Cornelio Saavedra como presidente, Mariano Moreno y Juan José Paso como secretarios y Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Juan Larrea y Domingo Matéu, como vocales.
La Junta se encargó de presentarse como heredera de las autoridades metropolitanas que estaban en manos de Napoleón Bonaparte. Por eso, sus miembros juraron fidelidad al monarca Fernando VII.
Las primeras tareas de la Junta fueron difundir sus ideas, lograr el reconocimiento de su autoridad ante los pueblos, sofocar los epicentros contrarrevolucionarios y reunir un Congreso en que hubiera representación de los distintos territorios del virreinato.
Además, se fue desplegando una intensa labor que se concretó en múltiples reformas: Vieytes, en Salta; Castelli, en el Alto Perú, Pueyrredón, en Córdoba; Belgrano, en Paraguay; y Moreno, en Buenos Aires propiciaron cambios poniendo en acto las ideas que sostenían.
La Junta declaró la libertad de comercio y disminuyó los derechos de exportación de frutos del país en un cincuenta por ciento. También decidieron abrir al comercio exterior los puertos de Maldonado en la Banda Oriental y Río Negro –donde se halla Carmen de Patagones- y el de Ensenada. Se buscó agilizar la exportación de productos autóctonos y promover el poblamiento de estas zonas. Para ello, Moreno redactó instrucciones respecto de cómo debía llevarse a cabo la venta de los terrenos y el asentamiento de los habitantes. Se establecía que no se podía vender más de una cuadra y que todo propietario de mayor extensión podía ser obligado a vender a cualquiera que lo solicitara, como modo de evitar la formación de grandes propiedades.
Estas medidas se basaban en las sugerencias de Pedro Andrés García, que había sido designado para realizar una expedición a la “frontera” con el objeto de realizar estudios agrarios de la campaña bonaerense, para luego repartir sus tierras y colonizarlas. Estas ideas formaban parte del Plan Revolucionario de Moreno.

En Córdoba, Santiago de Liniers, el gobernador Gutiérrez de la Concha y el obispo Orellana capitaneaban la contrarrevolución. A ellos se sumó el virrey del Perú, José de Abascal que había desconocido a la Junta de Buenos Aires y había incorporado preventivamente las intendencias del virreinato a su jurisdicción, las cuales debían depender de la Audiencia de Charcas. El Cabildo de Córdoba reconoció a Abascal y a la Audiencia.
A instancias de Mariano Moreno, la Junta decidió una enérgica acción: envió una expedición de 1.500 hombres comandadas por Francisco Antonio Ortiz de Ocampo. Ocupó Córdoba sin hallar resistencia y envió destacamentos para capturar a los rebeldes. El Cabildo cordobés había rectificado su posición, dejando sin efecto el reconocimiento de Abascal. Liniers y los otros cabecillas fueron capturados y Ocampo recibió la orden de fusilarlos, pero con la anuencia de Hipólito Vieytes -representante de la Junta en la expedición- decidió no hacerlo y enviar a los prisioneros a Buenos Aires. Ante la vacilación de Ocampo, fue despachado para reemplazarlo Juan José Castelli. Este cumplió la orden emanada de la Junta y fusiló de inmediato en la posta de Cabeza de Tigre a los contrarrevolucionarios, sólo se salvó el obispo Orellana por respeto a su investidura. Córdoba reconoció a la Junta y se nombró a Juan Martín de Pueyrredón como gobernador-intendente.
Entre otras medidas, se ordenó la realización de un censo a los habitantes de Buenos Aires; para conocer los recursos naturales y bienes disponibles. Los criollos fueron incorporados para desempeñarse en cargos administrativos; los indígenas que conformaban los batallones de Pardos y Morenos fueron equiparados e incorporados a los batallones de criollos. El Estado se dedicaría a la fabricación de fusiles en Buenos Aires y Tucumán y ordenó la creación de una fábrica de pólvora en Córdoba. Además, la Junta retuvo la dirección de la Iglesia y logró incorporar en cargos superiores a los curas criollos que adscribían a las ideas revolucionarias. Se encargó a los curas de las diócesis la lectura de La Gazeta desde el púlpito “para instruir al pueblo de los principios del nuevo gobierno al que se debía obediencia”.


Monumento a Miguel de Azquénaga, Primera Junta.


(Montero, Rodriguez, Bang, Bernardez y Erize)

FUENTE:
http://servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/25demayo/htmls/primerajunta.html

La caída de Rivadavia

En 1827 se dictó el acuerdo de Paz que negoció el enviado de Rivadavia, Manuel J García, con Brasil. Era directamente vergonzoso, porque -pese a que en realidad estábamos ganando, y se había obtenido al victoria de Ituzaingó- reconocíamos la posesión brasileña de la banda oriental y la indemnización de Brasil por la guerra. Inglaterra presionaba para terminar con esa guerra, ya que se perjudicaba su comercio, y quizás instó a García para firmar ese tratado sin el acuerdo de Rivadavia. Por lo menos, Rivadavia firmó que él no le otorgó esas instrucciones a García. Pero las provincias se levantaron indignadas, porque ya no le creían más, y debió renunciar. 
El congreso de Buenos Aires nombró como sucesor a Vicente Lopez y Planes en forma provisoria, y devolvió a la provincia de Buenos Aires el territorio que Rivadavia había federalizado. El pueblo de la provincia eligió, entonces, como gobernador a Manuel Dorrego. Vicente Lopez y Planes renunció, y quedamos nuevamente sin un gobernador central. Por la Ley Fundamental, que entraba nuevamente en vigencia, Manuel dorrego se debía hacer cargo de las relaciones exteriores y, por supuesto, de la continuación de la guerra. 

Mausoleo de Rivadavia. 

Obra del destacado escultor Rogelio Yrurtia (1879-1950), profesor y académico de la Academia Nacional de Bellas Artes; autor además del monumento al coronel Manuel Dorrego y el canto al trabajo. Su estructura sobria está compuesta por bloques de granito flanqueada por dos figuras de bronce de 5,60m , que representan a Moisés y a un hombre joven. De forma longitudinal ocupa un lugar central en la Plaza Miserere. Sus medidas son: 15x24,50 y altura máxima: 9,50m. Dicho monumento se ubica en la ex- plaza 11 de septiembre(hoy, Plaza Miserere).



Fuente: Libro de texto. Página extra: www.buenosaires.gob.ar 
(Mariani, Minoldo, Naretto, Rulli)

San Martín y la Revolución del 8 de octubre del 1812

Jose de San Martín había nacido en Yapeyú, pero se había educado en España donde se había formado militarmente. Héroe de la independencia Americana. Hijo de Juan de San Martín  teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras. Fue como Simón Bolívar  una de las personalidades más destacadas de la guerra de emancipación americana.
En 1784 Jose de San Martín pasó con su familia a España, dónde inició su carrera militar en el Regimiento de Murcia (1789), con el cuál, a los 13 años, tuvo su bautismo de fuego en el sitio de Orán ( 1791). Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793), De las naranjas (1804) y de Independencia, que le supusieron distintos ascensos hasta alcanzar el grado de teniente coronel. 
Participó hasta 1812 en la Guerra Española contra la Invasión Francesa, pero, al participar en una Logia masónica de liberales americanos, sintió que tenía que volver a su lugar de origen para luchar por la libertad de su pueblo. Entonces, se puso en un principio al servicio del primer triunvirato que le encomendó la formación de un cuerpo militar: los Granaderos a Caballo, el cuál fue creado el 16 de marzo de 1812. El gobierno superior provisional de las provincias unidas del Río de la Plata, el Triunvirato, nombró justamente teniente coronel de caballería y comandante del escuadrón de Granaderos a Caballo, a Jose de San Martín  quién se encargar de organizar y dirigir esta nueva fuerza armada. 
Al arribar al suelo Rioplatense, el entonces teniente coronel Jose de San Martín  motivado por la necesidad de crear una moderna organización militar de las provincias unidas del Río de la Plata, crea este nuevo Regimiento. Por aquellos años, las milicias Rioplatenses estaban alzadas en armas contra el Poder Imperial de la metrópolis española. El plan de San Martín fue conformar un cuerpo de caballería idóneo y cualificado,  con puestos por voluntarios rigurosamente seleccionados, cumpliendo parámetros de conducta y personalidad muy elevados. 
El diseño original de los uniformes militares fue basado en el sistema militar de Suecia. 
El objetivo que perseguía San Martín con la creación de este nuevo cuerpo de caballería no era solo el de dotar a las insipientes milicias revolucionarias con una mayor cantidad de efectivos para poder contener los embates del Ejército Real, sino que también, la constitución de una unidad militar ejemplar, dotada de las mejores personas para que se conviertan en soldados de bien con los que contará la Patria Nueva, y que sirviera de insignia y ejemplo dentro de las fuerzas armadas nacionales.
Jose de San Martín fue el fundador de una asociación secreta para la lucha por la independencia americana, la Logia Lautaro, la cuál era una organización política creada con el objeto de intervenir en los negocios públicos, aunque sus reglamentos, miembros y finalidades se mantuvieron en secreto, tal como se estilaba en algunos europeos. Cuando vio las medidas que Rivadavia estaba tomando, participó en el golpe que derrumbó al Primer Triunvirato, el 8 de octubre de 1812, y que puso al Segundo Triunvirato en el poder. 


Nos sacamos una foto con un granadero. 

Fuente: Libro de texto. Páginas extra: 
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/san_martin.htm
http://www.buenosaires.gov.ar/arias/ciudad/historico/calendario/destacado.php?menu_id=23203&ide=342
http://www.todo-argentina.net/historia/independencia/ant016.htm


(Mariani, Minoldo, Naretto, Rulli) 

Asamblea del año XIII











Entramos al Museo del Bicentenario para investigar acerca de la Asamblea del año XIII.



La función del Segundo Triunvirato era breve y precisa: convocar a una Asamblea con representantes de las provincias para que instaure las bases de nuestro país. Nos debíamos declarar independientes y hacer una constitución  La asamblea, que comenzó a sesionar el 31 de enero de 1813, fue conocida como Asamblea del Año XIII. Sus miembros pertenecían mayoritariamente a la Logia Lautaro.
Esta asamblea despertó muchas expectativas, tranquilizó el panorama político, y aunque algunos dudaban de sus alcanzes y representatividad, las provincias del interior enviaron sus diputados a la misma. Jose Gervasio de Artigas, aunque se manifestaba descontento con la política localista de Buenos Aires vio en la Asamblea la posibilidad de darle una nueva estructura política al país.
A diferencia de los que sucedió con los organos del gobierno anteriormente, los miembros de la asamblea no juraron fidelidad al rey Fernando VII de España y esta se declaró soberana, es decir, superior a cualquier otra autoridad, inclusive al Triunvirato que la había convocado. No dependía de ningún otro poder. Pero, lamentablemente, no pudo concluir con ninguno de los objetivos que se habia propuesto. 
Las derrotas sufridas por el ejercito del norte, en Villa Capugio y Ayohuma, empeñado en luchar contra las fuerzas realistas enviadas desde el virreinato del Perú complicaron la situación interna. 
El avance realista sobre el territorio argentino era una posibilidad cercana, que ponía en peligro la causa de la Revolución. 
En el ámbito internacional, el fracaso de la campaña de Napoleón Bonaparte en territorio Ruso significaba la desintegración de su imperio, y como consecuencia, los monarcas europeos retornaban a sus tronos usurpados. En estas circunstancias, el rey Fernando VII, de regreso a España  se proponía recuperar sus posesiones, disponiendo para ello del envío de refuerzos para luchar contra los revolucionarios americanos. 
A pesar de no realizar los principales fines propuestos, la Asamblea se abocó al dictado de numerosas disposiciones fundamentales. Y, aunque no cumplió con lo encargado (Declarar la independencia y declarar una Constitución), dictó leyes que nos hicieron sentir soberanos: 
  • La adopción de un Escudo Nacional, reconocimiento de la Escarapela Nacional 




  • La escarapela nacional fue adoptada por el Primer Triunvirato; encargó de una "marcha patriótica  a Vicente Lopez y Planes, después denominada "Himno Nacional Argentino"
  •  Celebración del 15 de mayo como fiesta cívica; 
  • Acuñación de la primera moneda con el cello del escudo recién aprobado; 


  •  Abolición de títulos de nobleza; abolición de presentaciones indígenas como "mita","encomienda" y "yanaconazgo". 



  •  Abolición de los instrumentos de tortura; 
  • La libertad para los hijos de los esclavos nacidos a partir del 31 de enero de 1813, etc. 

Al año de haber iniciado sucesiones (enero de 1814), dio lugar a un poder ejecutivo unipersonal, el Directorio, en reemplazo del Segundo Triunvirato.
Si bien esta Asamblea no hizo la explícita declaración de la independencia, su fecunda labor legislativa ratificó, indirectamente, la vocación independentista de los patriotas. 

Fuente: Libro de texto. Página extra: 
http://argentinatienehistoria.com.ar/temas.php?tema=6&titulo=18&subtitulo=54

(Mariani, Minoldo, Naretto, Rulli)

La Primera Junta de gobierno

Las noticias de los sucesos en España llegaron al Río de la Plata el 18 de mayo de 1810, por lo que se convocó a un Cabildo Abierto para resolver que se iba a hacer en el caso de acefalía gubernativa (falta de gobierno debido a la caída de la junta central de Cevilla). En el mismo se decidió -tras una larga discusión  cesar al virrey como una autoridad y reemplazarlo por una junta de gobierno, cuyos miembros serían designados por el cabildo de Buenos Aires entre los principales vecinos.
De ese modo surgió la Primera Junta de Gobierno Patrio, el 2 de mayo de 1810. El presidente era el prestigioso jefe del regimiento de Patricios, teniente coronel Cornelio Saavedra. Sus secretarios eran los abogados Juan Jose Paso y Mariano Moreno, y vocales los abogados Juan Jose Castelli y Manuel Belgrano, los comerciantes Domingo Matheu y Juan Larrea, el sacerdote Manuel Alberti y el teniente coronel Miguel de Azcuénaga. Estaban representados en la junta los sectores más importantes de la ciudad.
La junta se encargó de presentarse como heredera de las autoridades metropolitanas que estaban en manos de Napoleón Bonaparte. Por eso, sus miembros juraron fidelidad al monarca Fernando VII. 
Las primeras tareas de la junta fueron difundir sus ideas, lograr el reconocimiento de su autoridad ante los pueblos, sofocar los epicentros contra revolucionarios y reunir un congreso en que hubiera representación de los distintos territorios del virreinatos. 
Además, se fue desplegando una intensa labor que se concretó en múltiples reformas: Vieytes, en Salta; Castelli, en el Alto Perú, Pueyrredón, en Córdoba; Belgrano, en Paraguar; y Moreno, en Buenos Aires proporcionaron cambios poniendo en acto las ideas que sostenían.
La junta declaró la libertad de comercio y disminuyó los derechos de exportación de frutos de país en un 50%. También decidieron abrir al comercio exterior los puertos del Maldonado en la Banda Oriental y Río Negro -donde se haya Carmen de Patagones- y el de Ensenada. Se buscó acelerar la exportación de productos autóctonos y promover el poblamiento de estas zonas. Para ello, Moreno redactó instrucciones respecto de como debía llevarse a cabo la venta de los terrenos y el asentamiento de los habitantes. 

No había sido intensión del Cabildo de Buenos Aires "hacer una revolución" sino simplemente responder a una situación de acefalía gubernativa, pero muchos de los que seguían las ideas de los pensadores liberales del siglo XVIII preferían conspirar contra el gobierno español para lograr la independencia. A fin de no poner en contra de este movimiento a los más conservadores, y para no perder la alianza con Inglaterra( que estaba luchando junto con el pueblo Español en contra de Napoleón) se siguió jurando "en nombre de Fernando VII" como si se reconociese la autoridad del monarca preso. A esta situación se la llamo " la máscara de Fernando VII". 

Imagen tomada del Museo del Bicentenario. Integrantes de la Primera Junta de gobierno. 

FUENTE: Libro de texto. Página extra: 
http://servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/25demayo/htmls/primerajunta.html

(Mariani, Minoldo, Naretto, Rulli)